Un Guerrero de la Luz siempre mantiene su corazón limpio de sentimientos de odio.

Cuando se dirige a la lucha, recuerda las palabras de Cristo: “Amad a vuestros enemigos”. Y el Guerrero obedece.

Pero sabe que el acto de perdonar no obliga a aceptarlo todo; Un Guerrero no puede bajar la cabeza, pues de hacerlo perdería de vista el horizonte de sus sueños.

Acepta que los adversarios estan allí para poner a prueba su bravura, su persistencia, su capacidad de tomar decisiones. Ellos lo obligan a luchar por sus sueños.

ES LA EXPERIENCIA DEL COMBATE, LO QUE FORTALECE AL GUERRERO DE LA LUZ.

Paulo Coelho

Comparto con amor…. Záblon Erguth

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