El Guerrero de la Luz, cuando aprende a manejar su espada, descubre que su equipo necesita completarse, y esto incluye una armadura.
Sale en busca de su armadura y escucha las propuestas de varios vendedores:
“Usa la coraza de la soledad”, dice uno.
“Usa el escudo del cinismo”, responde otro
“la mejor armadura es no enredarse en nada”, afirma un tercero.

El Guerrero, sin embargo, no les hace caso.

Con serenidad, va hasta su lugar sagrado y viste el MANTO INDESTRUCTIBLE DE LA FE.

LA FE DETIENE TODOS LOS GOLPES. 
LA FE TRANSFORMA EL VENENO EN AGUA CRISTALINA.

PAULO COELHO

Comparto con amor… Záblon Erguth

Categories:

Tags:

Comments are closed