c
 
 
Canalizar, ¿qué es?, ¿qué utilidad tiene?
 
Canalización es un término que se comenzó a usar en los Estados Unidos en la década de los ‘80 para referirse a la capacidad natural de nuestra psiquis de sintonizarse y unirse con guías y maestros de alto nivel evolutivo que viven y operan en niveles o dimensiones de la realidad por encima de ésta, a las cuales se les accesa en los planos internos de la persona en estado alfa meditativo o de trance ligero.
 
Al realizar una fusión o comunión con seres de luz, éstos suelen manifestar a través nuestro información importante y llena de sabiduría, principalmente acerca del propósito y significado de la vida, del amor, sobre nuestro verdadero ser, sobre Dios, nuestra evolución en este planeta y en general sobre todo aquello que es bueno, bello y útil en la experiencia humana.
 
Algunos de los maestros y seres de luz que participan en el plan evolutivo de la humanidad, que son altamente apreciados y contactados por muchas personas, son por ejemplo el maestro Jesús, Saint Germain, Kuthumi, la madre Kwan Yin, María y todo el cuerpo de ángeles y arcángeles, por sólo mencionar algunos, pues existe una verdadera comunidad de seres de altísimo nivel de consciencia que son menos conocidos o desconocidos por la raza humana que trabajan en esta corriente superior evolutiva en asombrosa armonía e impecable eficiencia.
 
Una particularidad significativa y que resulta maravillosa para aquellas personas que están presentes cuando alguien canaliza a uno de estos seres, es sentir que no es sólo información en palabras lo que es expresado, sino que manifiestan una gran energía, cálida, amorosa y luminosa, y que estar presentes en un momento así es una oportunidad que inspira profundo agradecimiento y apreciación. Cuando presenciamos una verdadera canalización de un ser de alto nivel evolutivo, entramos en una atmósfera muy especial que corresponde a la alta frecuencia vibratoria o aura de ese ser que se expresa a través de la persona que hace de canal. 
 
En ese contexto, además de escuchar información que suele ser importante y pertinente al momento evolutivo de una persona y/o de un grupo, la luminosidad presente literalmente abre las mentes y corazones de los presentes permitiéndoles tener insights y entrar en todo un proceso de revelación interior y autoconocimiento, útil en sus vidas, sea para resolver y sanar viejas neurosis, conflictos y heridas; como para liberarse de limitaciones que les paralizan e impiden avanzar hacia una vida mejor, hacia su ser auténtico y divino en su corazón, hacia Dios, la luz, el amor, la unidad.
 
Sobre las personas que hacen de canal
 
La manifestación de estos seres a través de la persona que se preste para ser canal, puede ser hecha de varias formas y en diferentes contextos. Una es la expresión verbal, que sucede cuando el canal habla expresando lo que la fuente a la que está conectado desea comunicar, sea a una persona o a un grupo, y es la forma a la que más nos referimos en este trabajo. También a través de la escritura: existen libros que han sido literalmente ‘dictados’ y que son de gran aporte para todos en cuanto al desarrollo de la consciencia. Lo mismo es el caso de los poetas que son inspirados por fuentes superiores a ellos mismos, donde la exquisitez y belleza de sus poesías la decantan de esos mundos superiores de ‘Miel y Leche’, tal como ellos mismos lo han descrito. 
 
En el mundo de la música, Mozart y Bach, entre otros, con sus composiciones fueron excelsos ejemplos de magníficas canalizaciones, obviamente provenientes de una fuente superior. Y así sucede de forma similar dentro del mundo del arte, de la ciencia, y en general en todas las áreas de la vida y del interés humano.
 
¿Podré yo…?
 
Algunas personas encuentran difícil o imposible la posibilidad de ser canales, pero como todo, para algunos canalizar es algo que les sucede espontáneamente, que nacieron con esa habilidad ya despierta, y para otros, una destreza que se puede aprender, en donde la práctica adecuada y una motivación sincera logran tal cometido.
 
Canalizar es en verdad un proceso sencillo, pero igual que para un niño que no sabe montar bicicleta, llegar a hacerlo podría ser un sueño difícil o aparentemente imposible de realizar. Es sólo cuando logra hacerlo que se da cuenta de lo que tanto escuchó antes: que era sencillo, que no tenía que preocuparse, que iba a poder hacerlo.
 
Tres maneras…
 
La canalización ocurre de tres maneras distintas, dependiendo de la persona que sirva de canal. Podríamos comenzar con el que se ha llamado ‘canal consciente’, aquel que sabe que es un instrumento de expresión de una fuente o ser superior; y permanece despierto, consciente y en control de sí mismo durante todo el proceso. Esta es la forma de canalización que considero más útil para todos. 
 
El segundo es el llamado ‘canal inconsciente’ en donde el canal no tiene conocimiento de lo que el guía o maestro está expresando, siendo esta manera muy útil a los que están presentes y escuchan sus mensajes, mas no tanto para el canal mismo, pues no participa ni se entera de manera consciente y clara del hecho. 
 
La tercera, y la más frecuente de las tres, es donde una persona al estar haciendo cualquier cosa canaliza pero no se da cuenta en el momento que lo está haciendo. Ocurre por ejemplo con un médico operando o un físico trabajando en una fórmula, donde se le ‘ocurren ideas’, o ‘genialidades’ acerca de qué hacer. 
 
Al reflexionar posteriormente concientiza que tal idea o procedimiento no fue el fruto sólo de su propio proceso de deducción o de las asociaciones de su inteligencia per se, sino que accesó imperceptiblemente a una fuente de información, muy natural, pero por encima de su mero raciocinio intelectual. La creatividad, tal como se la conoce, es un proceso que está íntima y directamente asociado a la capacidad de canalizar o de abrirse y sintonizarse con fuentes superiores de información o de consciencia en los planos internos de la persona.
 
¿Qué más…?
 
Canalizar, para los que conocen el fenómeno, es una valiosa herramienta de evolución personal y social, a la que cada vez más y más personas comienzan a tener acceso. Todas las personas cuentan en sus vidas con la asistencia no sólo de uno sino de varios guías y maestros, y accesarlos es de inmenso valor. Maestros y diversos autores han indicado que hemos alcanzado un punto en el proceso evolutivo planetario en donde ahora, y cada vez más a medida que corre el tiempo, las condiciones están dadas y son propicias para que todas las personas lleguen a un clímax en sus procesos de vida en donde puedan contactar y canalizar a sus guías y/o maestros internos, con todos los beneficios que esto implica a nivel de desarrollo interior. En la medida que vaya creciendo el número de individuos que pautan su vida bajo la luz de una consciencia expandida e iluminada, el proceso evolutivo de la humanidad experimentará un salto cuántico, aumentando así su nivel de armonía y calidad de vida, cosa que urgentemente necesitamos.
 
La posibilidad de accesar directamente y de una forma sencilla y natural (que en mi opinión es la mejor manera de hacer esto), a estos seres de luz y amor, capacita al individuo – sin que esto llegue a ser una ‘varita mágica de soluciones fantásticas’ – a resolver su propia vida llevándola a niveles idóneos, y también para ayudar a otras personas a lograr lo mismo con las suyas. El amor principalmente y una guía sabia ajustada a la capacidad, necesidad y ritmo particular de la persona, es un respaldo y algo de gran valor para quien desee crecer en belleza en su vida y avanzar hacia su ser auténtico y divino en su corazón.
 
¿Qué podría estar mal o raro en todo esto acerca de canalizar…?
 
Puedes ir al cine y ver una película excelente o una terrible. El problema no está ni en el salón de cine ni en el proyector: está en la película que seleccionaste. También, el hecho de comer no es malo, al contrario, es una necesidad y un placer, pero si comes una piedra o algo venenoso, entonces tendrías un problema. Canalizar es igual. Es una habilidad natural útil, y puede llegar a ser maravillosa para quien la use bien. No tiene nada de raro o malo en sí misma. El problema es que si en vez de sintonizarse con un ser de alto nivel evolutivo se hace con una consciencia no muy evolucionada o confundida, entonces en vez de experimentar una asistencia luminosa y amorosa, se experimentaría algo confuso y obscuro.
 
Para distinguir la diferencia entre un ser de alto nivel y otro de bajo nivel en los planos internos, es tan sencillo como distinguir en la calle entre una persona agradable y otra desagradable: se siente. Una, por ejemplo, podría sentirse amorosa, sincera, transparente y que aporta; y otra, percibirse confusa, desconfiable y que en vez de aumentar tu nivel de energía, te lo disminuye. Igual que en la calle, en los planos internos también tenemos la prerrogativa de escoger con quién nos relacionamos, e incluso, podemos pedir ayuda en nuestro corazón si dudamos de que nuestra conexión sea con una fuente idónea.
 
Además, en el caso poco frecuente de ‘ligarse’ la comunicación interna con otra ‘línea’ que pueda resultar indeseable, basta con ‘colgar’, y asunto concluido. Dado que cada uno de nosotros tiene la capacidad de determinar sobre aquello que esté relacionado con su vida, con su cuerpo y su energía, basta con una decisión para cambiar de rumbo o finalizar la experiencia interna de canalización cuando así lo requiera.
 
Antídoto…
 
Es importante mencionar que cuando una persona hace una solicitud sincera de amor y asistencia para su vida, es el amor mismo – Dios, o sus maestros – quienes responden. En el caso de que en una persona exista o persista la idea atemorizante de que sea precisamente a ella a la que le pueda ocurrir una de esas experiencias indeseables (poco frecuentes), la claridad es el antídoto para esto: entendiendo y asumiendo la canalización tal como se presenta aquí, como una oportunidad para accesar consciencia, belleza y luz superiores, será muy difícil que alguien se tope con una experiencia desagradable. 
 
Al pedir desde el corazón, nada que no pertenezca al reino del corazón podrá intervenir en esa apertura del alma. Como en todo en la vida, a una persona sincera siempre le irá bien. ¿Acaso no es nuestro anhelo más sincero el de amar y ser amados? Aquellos que tengan la claridad e incluso el coraje de reconocer que es el amor lo único que realmente quieren en sus vidas, están en el punto en que la magia y el milagro de vivir puede comenzar a ser una realidad para ellos.
 
La Joya del Corazón
 
Canalizar es un arte y algo de gran valor. Es una respuesta a una necesidad profunda del corazón humano. Los guías y maestros internos como embajadores de Dios, están realmente dispuestos y felices de conducir a quién así lo anhele en el proceso continuo de activación del potencial divino que hay en su corazón. El corazón es el núcleo en donde se asientan y conjugan las presencias del Creador, del Ser que auténticamente somos, y del Espíritu Santo, el Espíritu de Vida o el Verbo, que es quién anima nuestros cuerpos y a toda la creación.
 
El Creador, Dios, Alá, también ha sido llamado de otras formas como: “La Divina Presencia”, el “Yo Soy”, el “Uno Santo”, pero en verdad Él es el “Gran Innominable”. Lo importante no es cómo llamarle, sino poder sentirle y comulgar con Él.
 
La canalización de mayor nivel es aquélla en donde Su presencia es vivenciada y manifestada. Toda persona que Le sirva de canal realmente no tendrá palabras para describir la dicha, la infinita profundidad y maravillosa completud que se experimenta al hacerlo. Esto es lo que el alma humana anhelante más aprecia y ama, pues Él es su destino final y su objeto más preciado: es la joya de su corazón.
 
Hay mucho más que conocer acerca del arte de canalizar. Existe literatura disponible en el mercado para consultar. Sin embargo, nada substituye al conocimiento derivado de la experiencia propia. El requisito para accesar directamente a esa fuente superior interna sabia y amorosa es anhelarlo y  pedirlo con sinceridad. Esta posibilidad existe para todos sin excepción.
Rafael Ferraro
 
http://www.rafaelferraro.net/canalizacion.html

Tags:

Comments are closed